La cultura de los cafés en Buenos Aires

Este fin de semana fui a dos cafés en Buenos Aires: Café Tortoni, el café más antiguo en la ciudad (se fundó en 1858) y El Gato Negro. Disfruté bien y me relajé en los cafés después un largo día de caminar y explorar la ciudad. En Café Tortoni (yo fui jueves con Izzy, Dara, Cammie, Ben, Jason, Asher, Amelia, y Lisa), pedí una medialuna con jamón y queso y también los churros con chocolate. Todos son muy ricos, especialmente el chocolate. Porque Amelia y yo no sabíamos como sumergir los churros en el chocolate, bebimos directamente y era como una experiencia religiosa. El interior del café era magnífico con las pinturas y las lámparas elaboradas. Ir al Café Tortoni es un poco como volver a otro período de tiempo.

El sábado un grupo de nosotros fuimos un tour del “street art” y graffiti de Buenos Aires. Después de caminar todo el día, fui a un otro café, El Gato Negro, con Amelia, Harini, Lena, Izzy, Dara, y Asher. Pedí un submarino (mi nueva bebida favorita). Me gusta El Gato Negro mucho porque tenía una ambiente confortable. Había arte en las paredes y los estantes estaban llenos de las especias y los tés. También había muchas personas en el café: familias, parejas, escritores, fotógrafos, turistas. El café es como un lugar de reunión donde la gente puede juntarse.

La importancia de los cafés dicen algo especial de la cultura aquí en Buenos Aires. Creo que la cultura en Argentina es mucho más centrado en tomar el tiempo para disfrutarse de la vida – conversar con amigos, beber un café y comer un postre, descansar. En los Estados Unidos, todo el mundo está preocupado de la eficiencia. Nos gusta nuestro café para llevar. No es típico para sentarse en un café por dos horas para simplemente relajarse. Podemos aprender mucho de la cultura argentina en esta área. A veces tenemos que vivir más despacio y tomar el tiempo para apreciar las cosas pequeñas en la vida.