Este fin de semana, tuve la oportunidad de visitar algunos cafes notables. El primer cafe que visité fue El Gato Negro. El cafe estaba lleno de personas de cada edad. No había asientos en el primer piso, y entonces nos sentamos cerca de una ventana en el segundo piso que tuvo una vista bella de la calle debajo de nosotros. La sala estaba llena de gente y de conversación. Pedí un chocolate y mientras estaba esperando, aprendí mucha de la historia del cafe.
Ubicado en la Avenida Corrientes, El Gato Negro fue fundido por un aventurero español, Victoriano López Robredo. El nombre del cafe es inspirado por otro cafe en Madrid, que tiene el mismo nombre, El Gato Negro. Pronto, el logo famoso del cafe siguió. Desde este tiempo, el cafe continúa de ser un cafe muy famoso y popular entre los turistas y la gente de Buenos Aires.
El próximo día, fui a Cafe Tortoni. El medio ambiente del cafe es pasmoso. La luz es suave y la arquitectura es antigua pero muy impresionante. Me gustó mucho la ventana tintada, y como El Gato Negro, Cafe Tortoni estaba lleno de gente también. Pedí un chocolate (tengo una adicción…oops) y disfruté de la belleza del Cafe.
Ubicado muy cerca de la Plaza del Mayo famoso, Cafe Tortoni fue inaugurado en 1858 por un inmigrante francés. Basado en el estilo del cafe, es evidente que el cafe tiene influencias franceses. En 1898, la fachada del cafe fue rediseñada por Alejandro Christophersen y luego fue comprado por Celestino Curutchet. Desde, el cafe fue visitado por gente famoso de Argentina, como Lisandro de la Torre, Marcelo Torcuato de Alvear, y Carlos Gardel. Al mismo tiempo, fue visitado por personas famosas de naciones diferentes, como Albert Einstein y Hilary Clinton. Aunque el cafe es muy famoso, nunca perdió su encanto mágico.