En fin de semana pasado, fuimos a Las Cataratas de Iguazu. Tuvimos que pasar diecisiete horas por ómnibus, pero, fue definitivamente vale la pena. Pasamos dos días en las cataratas y cada momento estaba lleno de experiencias inolvidable. La primera día, tomamos un bote para ver la catarata más grande, La Garganta del Diablo. ¡Que bárbaro! También, vimos la catarata se llamaba Los Tres Mosqueteros. Lo pasamos bien y fue una experiencia increíble, pero estábamos mojados después del viaje. Tuvimos mucho frío, pero vale la pena. La segunda día, fuimos a la pista más alta del Iguazú para ver las cataratas del otro punto de vista. Creo que este fue la parte de mi viaje más impresionante. Mientras miraba a las cataratas, sentí que no podía respirar. La fuerza del agua fue increíble y bellísima. Nunca vi algo mejor. Además, habían los arco iris porque había mucho agua y sol. ¡Que linda!
Por lo general, la gente tiene semejanzas y diferencias entre la gente porteña. Por ejemplo, algo que me interese acá es la amistad de los porteños. Todas las personas quieren ayudar a nosotros y están contentas para contestar nuestras preguntas. Yo encontré lo mismo en Puerto Iguazu. Todas las personas querrían hablar con nosotros, preguntarnos “De donde sos?” y cosas como así. Pienso que me sorprendí cada vez porque es muy diferente en los Estados Unidos. Nadie quiso a hablar con los turistas. Entonces, habían muchas semejanzas, pero habían diferencias también. Una diferencia que yo anoté es las personas de allá no tuvieron la misma sentido de prisa que tenía acá en la ciudad de Buenos Aires. En las calles de Buenos Aires, todas las personas caminaban muy rápidos y hablaban rápidos. En Puerto Iguazu, no tenían demasiado prisa. Hablaban más lentamente y estaban más relajada. Fue tan interesante.
Estoy contenta que yo puedo ver a Iguazú porque es un punto del turismo muy famoso. De hecho, es uno de los siete maravillosos naturales del mundo. ¡Que suerte! En el pueblo de Iguazú, era obvio que fue un pueblo del turismo y ganó la mayoría de la plata de ese manera. Era un pueblo muy pequeño, pero las cataratas atrae miles de personas cada año. Además, creo que el turismo no solo apoyó el pueblo de Iguazu, pero mucha de la zona en total. Si no haya las cataratas, creo que la región de Iguazu sería un zona muy pobre.